jueves, 1 de mayo de 2014

           “Los barrabravas ensucian al fútbol argentino”

Lo afirma Matías Milinchuk, que actualmente está jugando para Huracán FC London de Inglaterra. Ademas, nos cuenta de sus inicios en el club Saete, como llego a General Paz Juniors y sus pasos por Villa Azalais y Bodens sueco, entre otros temas.

-¿Donde y cuando empezaste a jugar al fútbol?
Empecé a jugar desde muy chico, a los cinco años, en la categoría Microbio del club Saeta. Luego, pase al baby fútbol, donde pase por dicha categoría, para después pasar por las categorías Chiquita, Mediana y Grande, donde jugué hasta los doce.
-¿A qué futbolista admirabas de chico?
De pequeño, me acuerdo que miraba al Barcelona, y seguía a algunos jugadores que estaban en el club catalán en ese entonces, como a Hristo Stoichkov y Michel Laudrup. Por otro lado, al ser hincha de River, no puedo obviar a Enzo Francescoli, un ídolo para mí. Después, con el correr de los años, un espejo mío fue Pablo Aimar, ya que era un jugador que me fascinaba verlo jugar, y porque trataba de hacer algo de lo que él hacía.
 -¿Como llegaste a Belgrano?
Un día, mi viejo me llevo a probar a Belgrano. Quede, pero no jugué mucho tiempo, porque se me complicaba ir entrenar por los entrenamientos. Más tarde, sigue jugando en un club de barrio.
-¿Cómo surgió ir a General Paz Juniors?
A los doce años, a  pesar que tenía cerca a Instituto, del cual soy hincha y Racing,, mi papa, amante del buen futbol, me llevo a probar a Juniors, ya que era un club que estaba muy bien organizado, y tenía una buena estructura en las categoría menores. 
En este club, estuve hasta los veintiún años. Vale remarcar, que en la actualidad tengo varios amigos que están jugando ahí, y siento un amor especial por el Albo, que esta semana cumplió cien años.
-¿Que destacas de tu paso por V. Azalais y Bodens de Suecia?
En Villa Azalais, destaco el haber vivido una experiencia inolvidable. Aprendí a convivir con un grupo muy unido, con una hermandad tremenda, saber lo que realmente es  el compromiso por una camiseta, donde muchos lo hacían a pulmón. También, me di cuenta que no necesitas para jugar un césped en condiciones, ni los mejores balones. Solo tenes pasión por jugar. Por otro lado, en Bodens comprendí más lo que es el profesionalismo, la seriedad en el entorno que rodea al jugador, y a ser estrictamente ordenado y estructurado, ya que en Suecia se vive distinto.
 -Jugaste un tiempo en España, ¿hay diferencias entre el fútbol de aquel país y el argentino?
En España hay un fútbol muy  técnico. Cuando llegue, me parecieron extraños los entrenamientos, porque no se exigía mucho, no hacía jornadas de físico intenso, como sucede en Argentina. Todo es balón, balón y más balón. Pase cinco años en ese país, y aprendí muchísimo. En cambio, lo que más me costo  fue adaptarme a su juego, porque allá es todo a uno o dos toques, y  yo soy un jugador que le gusta tener la pelota y entregarla muy poquito. Esto, me lo remarcaba siempre el mister (entrenador), y por eso, muchas veces me llevaba algunos retos de la práctica, hasta que me fui acoplando a su juego, y te das cuenta que es mucho más efectivo.
Además, me enseñaron a desarrollar un juego de espaldas al arco contrario. También, a tocar y moverte, jugar en triángulos, siempre dar dos opciones al pasador, vascular y abanicar. Lo que nunca me gusto, es que el jugador español es muy inocente, y cuando uno quiere sacar ventaja de la viveza criolla, se enojan, lo toman como falta de respeto o juego sucio.
-¿Cómo se concreto el arribo a Huracán FC London ingles?
Después de algunos años en el ascenso español,  donde ya la crisis afectaba a los sueldos, y sumado a que mi novia en ese entonces estudiaba en Londres, no fue muy difícil la decisión de venirme a Inglaterra. Acá, empecé en un club que se llama Enfield Town FC, club que juega en la Ryman League y la FA Cup. El problema, es que Londres es muy grande, y los clubes están a las afueras de esta ciudad. A pesar de la distancia, iba a firmar en dicha institución, porque era una buena divisional para jugar y una linda vidriera. El Enfield  tenía una cancha con un tremendo campo de juego, y un aspecto muy profesional, pero desde España no llego mi transfer a tiempo. Asi que, por medio de un amigo, Colombiani, pude firmar para London Tigers, un club semipro, la temporada pasada.
-¿Seguís al fútbol de Argentina? ¿Te gustaría regresar a tu país natal?

 Si, sigo la Liga Argentina. Como no seguirla si es el fútbol de mi país. Me informo sobre Instituto, River, Juniors  y Villa Azalais. Por otro lado, no me está gustando mucho el fútbol que se está jugando allá. Asimismo, aun sigo sin entender muchas cosas que lo rodean, no cambian. La gente que se llaman “barrasbravas” ensucian muchas veces el fútbol por dinero, y no por pasión. 
El día que los dirigentes dejen de darles plata, se acabaran las mafias de las barras, y volverán a la cancha los verdaderos hinchas. Por eso, me quedo con la forma que tienen de ver el fútbol en Europa, porque saben que es un deporte, y no una batalla de vida o muerte, o ver quien agarra la batuta en una tribuna. Lamentablemente, muchas cosas deben cambiar. Por otra parte, en la Argentina, más que nada, mi hijo y la gente que me quiere, quiera que vuelva. La temporada pasada, estuve muy cerca de volver a Unión de Villa Krause, del Argentino “B”, pero no se pudo concretar.
Foto: Futbolistas Axem.

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