lunes, 3 de junio de 2013

“Talleres de Córdoba tiene merecido el ascenso”



Lo afirma el experimentado ex  defensor de la "T", Federico Pomba. Además, nos cuenta, sus inicios en Atlético Belgrano, como le fue en Douglas Haig, y que partido siempre recordara, entre otros temas.

-¿Donde y cuando empezaste a jugar al fútbol?
Comencé a los 5 años a jugar, en el baby del club Atlético Belgrano de mi ciudad, San Francisco, Córdoba. Luego, a los 14 años, me fui a vivir solo a Rosario, Santa Fe, para integrar las Divisiones Inferiores de Newells Old Boys.
 -¿Siempre jugaste de defensor?
No, inicialmente era volante y luego pasé a ser defensor.
 -¿Como llegaste a Fútbol San Nicolás?
Después de estar en Arsenal, a través de Patricio Hernández fui a jugar a Fútbol San Nicolás.
 -¿Quien es el clásico del equipo albirrojo y como te fue con este?
Si me preguntás por un clásico en San Nicolás, no tenían porque al jugar Argentino “B” no había otro equipo en la ciudad.
 -¿Cuando debutaste en Primera y de la mano de quien?
En el año 2000, en Arsenal estando en Nacional “B”, de la mano del Chaucha Bianco.
 -¿Como surgió ir a jugar a Atlético Uruguay?
Surgió luego de que lo enfrenté con Fútbol San Nicolás. Al otro año, el técnico que estaba en  el Decano me pidió, y luego arreglé para jugar en Atlético Uruguay.
-¿Que destacas de tu paso por Atlético Candelaria y Douglas Haig?
De Candelaria destaco que era un grupo humilde, con muchas ganas de trascender, y que estuvimos a un paso del ascenso a la “B” Nacional. En cambio,  Douglas es un club importante, donde fuimos protagonistas y estuvimos también a un paso del ascender.
-¿Donde pensas que se pudo ver al mejor Pomba?
Donde mejor estuve fue en Independiente Rivadavia de Mendoza, donde logramos un ascenso, y en Gimnasia de Jujuy,  por estar jugando todos los partidos durante dos temporadas seguidas en el Nacional “B”.
 –Tenes una larga trayectoria en el ascenso, ¿recordas alguna anécdota que te haya pasado en estos años?
(Piensa) Anécdota en particular mía no recuerdo ( se ríe),  pero hay algo que me dejó impresionado fue la actitud de un compañero que tuve en Independiente de Mendoza, el Lobo Cordone, que se levantaba temprano en la mañana, compraba facturas, y se iba a una plaza a desayunar y matear con los indigentes. Eso fue algo que me tocó. Un fenómeno como jugador y como persona el ex delantero.
–Jugaste un tiempo en Talleres de Córdoba, ¿cómo viste la vuelta a la “B” Nacional de la “T”?
El ascenso lo tiene más que merecido, porque es un club grande en todo sentido, por institución y por su gente, además, hacen bien las cosas, o al menos las venían haciendo durante un tiempo. Ojalá sigan escalando.

 –Actualmente estas en San Martin de Tucumán, ¿para que esta el Santo en esta última parte del Argentina “A”?

Entre todos los equipos que están jugando esta fase eliminatoria, es el más grande, así que ojalá esté para ascender de categoría.
–Por último, hasta ahora, ¿qué partido que hayas jugado nunca te vas a olvidar y por qué?


Siempre recordare un partido que fuimos a jugar con Gimnasia de Jujuy al estadio de Independiente de Mendoza, y tuve la suerte o desgracia de hacer un gol. Fueron sensaciones encontradas, porque le había convertido a un club por donde yo había pasado, al cual respeto y guardo los mejores recuerdos. Pero, a la vez, hacía poco que me había enterado que venía en camino mi segundo hijo, entonces lo festejé a medias.

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