“Esperemos lograr cosas importantes en
Deportivo Morón”
Lo afirma el experimentado defensor, Matías
Villavicencio. Además, nos cuenta, sus inicios en Independiente, como le fue en
Olimpo y San Martin de Tucumán, la experiencia de ir a jugar a China y opina
sobre el descenso del Rojo, entre otros temas.
De A.I.F.I al Diablo de Avellaneda
-¿Donde
y cuando empezaste a jugar al futbol?
Empecé a jugar al futbol de muy chico, a los
seis años. Una vecina mía, llamada Ramona, a quien quiero mucho, me veía jugar
todos los días con su hijo y algunos amigos en el campito que se encontraba en
frente de su casa, le pidió permiso a mis padres para llevarme a jugar a un
equipo de barrio llamado, A.I.F.I . Allí jugué tres años. Luego, a los nueve, comencé
a jugar a otra institución, llamada Gimnasio Municipal, situada en Berazategui,
mi ciudad.
-¿A qué
jugador admirabas de chico?
Siempre admire su forma de juego y su manera de
hablar frente los micrófonos de Enzo Francescoli. Era un crack.
-¿Como
llegaste a Independiente?
Mis comienzos en independiente fueron medio
raros. Porque no es que me fui a probar ni nada por el estilo, ni tampoco se me
había cruzado a mi familia llevarme al club, pero un día, jugando para Gimnasio
Municipal, disputamos un amistoso contra una de las categorías pertenecientes a
las Inferiores de Independiente. Dicho encuentro jugué muy bien, y esto genero
que dos chicos y yo fuimos seleccionados
para irnos a probar al Rojo un miércoles. Fuimos ese día, recuerdo que había
mas de 100 chicos para probarse, pero solo había dos vacantes. Me probaron diez
minutos y me sacaron, yo pensé que había jugado mal, pero no, me dijeron que
vaya urgente a ficharme. Así fue como llegue a la entidad de Avellaneda.
-¿Que
se siente jugar un clásico de Avellaneda?
Jugar un clásico de Avellaneda siempre fue
especial. Desde chico nos inculcaban que era el partido que teníamos que ganar
siempre, porque el duelo del barrio. Y gracias a Dios siempre me fue muy bien.
En Primera División tuve la posibilidad de jugar cinco partidos contra Racing,
tres de verano y dos oficiales, y de ganar los cinco. Es algo hermoso
disputarlo. Los que más recuerdo son dos: el primer pleito oficial que se jugué
cancha de Racing, cuando La Academia venia de consagrarse campeón después de
treinta y cinco años, ya que jugar en su cancha y ganarle dos a uno fue
maravilloso, y el otro el que se llevo a cabo en la cancha de River, cuando le ganamos cuatro a uno con un jugador
menos. En ese juego me toco entrar a los 15 del primer tiempo por expulsión de
Gaby Milito.
-¿Cuando
debutaste en Primera y de la mano de quien?
Debute en Primera de pura casualidad. Recuerdo
que ni estaba entrenando con el plantel superior, pero un jueves por la noche,
cuando llego en bicicleta de la escuela,
mi papa me dice:” hijo, tenes que ir a concentrar, me llamo Néstor
Clausen”, quien por ese entonces era DT mío de la Reserva. Yo no lo podía creer,
pensé que me mentía, pero no, fuimos hasta a un hotel que está cerca del
obelisco y ahí el presidente del club, Clausen y otros dirigentes me dieron la
bienvenida para después irme a mi habitación sin entender el por qué de la
convocatoria.
Al otro día, leo en el diario que el entrenador
de la Primera de ese momento, Enzo Trosero,
había renunciado y que habían agarrado al equipo Néstor y el Bocha Bochini. Ese viernes siete de
diciembre por la noche fue el día más hermoso y esperado de mi vida, el debut
en Primera División, partido que jugué siete u ocho minutos contra Nueva
Chicago, y ganamos uno a cero.
Quemero y Santo
-¿Como
surgió ir a jugar a Huracán?
Ir a jugar a Huracán surgió porque en
Independiente, que por tiempo tenía como el entrenador al Pato Pastoriza, me
dijo que vaya a buscar continuidad a otro equipo y que me iba a servir para
adquirir más experiencia. Por eso, firme con el Globo. En ese club tuve un año
muy bueno y malo a vez. Bueno porque hicimos un gran torneo, estuvimos peleando
el ascenso hasta el último día, pero perdimos las dos finales para ascender. Fue
una lástima, pero muy bueno, porque dejamos todo por la camiseta. En cambio, lo
malo fue que tuve dos operaciones en la ingle que no me permitió jugar todos
los partidos, pero fue una experiencia muy linda jugar en una entidad con tanta
historia.
-¿Que
destacas de tu paso por Olimpo y San Martin de Tucumán?
Lo que destaco de estar en San Martin y Olimpo
es que fueron pasos muy distintos. En el equipo de Babia Blanca, tuve la
fortuna de salir bicampeón y lograr el record en el Nacional “B”. Nadie, ni
River, logro sumar 78 puntos como logramos nosotros en la temporada 2006/2007. Además,
también remarco la última etapa allí, ya que el año pasado también pudimos
ascender. Asimismo, Olimpo es un club muy especial, porque los hinchas son
gente tan buena que te dejan hacer tu trabajo como tiene que ser, nadie molesta.
Es un club ordenado y por eso es siempre
pelea por estar Primera División.
Por otro lado, mi paso en el Santo Tucumano,
fue algo hermoso, porque el club estaba ordenado en ese momento, pero lo de la gente
fue lo mejor que me paso, a mi manera de ver, porque fue, lejos, la mejor
hinchada que tuve, porque vivían los partidos con un fanatismo tan especial. Un
día, un “loco” me dice:” La Ciudadela (el estadio de San Martin) tiembla”, y yo
me reí, pero hoy doy fe que es así, ya que lo que sentí dentro de un campo, jamás
lo sentí. Por ejemplo, cuando jugamos contra River cuando e hicimos el gol del
empate, tembló la cancha, y esto me provoco tener piel de gallina, fue algo insólito.
Encima, terminamos ganando y fue una fiesta.
También,
jugaste en Atlético de Tucumán, ¿cómo era el trato de la gente del Decano hacia
a vos?
La gente de Atlético siempre me miro de
reojo, desde que llegue hasta que me fui, porque yo venía de un año muy bueno
en lo personal en San Martin, donde la gente me quería mucho, pero nunca entendió
el por qué de mi partida a su clásico rival. Por otro lado, la gente de Atlético
pretendía que rinda igual que en San Martin, pero yo venía de una operación de meniscos
de la rodilla y me costó acomodarme a lo nuevo. En fin, fue espectacular jugar
en una provincia tal futbolera, donde San Martin como Atlético merecen estar en
Primera.
Su paso por Shanghai Shenhua chino
Estuviste un tiempo en China, ¿te costó
adaptarte a otro idioma y costumbres? Y ¿Como es el futbol allí?
Estar en China
fue una experiencia muy buena, es más, me volvería a ir sin pensarlo. Recuerdo
que antes de viajar me enferme porque tenía miedo, me preguntaba “¿qué voy a
comer?, “¿con quién voy hablar? Pero, la verdad que la pase muy bien. Con el idioma se complicaba, pero tenía
un traductor todo el día. Comía muy bien, hasta bon o bon argentino conseguía, así
que imagínate (se ríe). Por otra parte, en lo deportivo, juegan muy rápido, son
todos rápidos, pero tácticamente son muy desordenados. Igual, fue una
experiencia muy bella.
–Tenes
una amplia trayectoria en el ascenso, ¿recordas alguna anécdota que hayas
vivido en este tiempo?
En el ascenso es todo mucho más lindo, porque los grupos son más
humildes, se encuentran más amistades. Además, tuve la experiencia de salir campeón
y de jugar el torneo Argentino “A”,
cuando defendí la camiseta de Central Norte de Salta, que fui porque yo venía de
China, se me cerraba el libro de pases , y para no estar “parado” un tiempo,
decidí irme al Norte del país. Al principio me quería matar, porque estaba
lejos de mis allegados, pero fue maravilloso mi paso por allí, porque conocí gente
muy buena en ese club, donde terminamos peleando por subir al Nacional “B”,
llegando hasta la Semifinal y quedando eliminado por ventaja deportiva. En fin,
jugar el ascenso es lindo, porque se vive con mucha pasión y humildad.
Villavicencio, Gallo.
-¿Cómo se concreto tu arribo a Deportivo Morón?
Y ¿Para que esta el Gallo en este semestre?
Mi llegada a Morón se dio por la insistencia del presidente (Diego
Spina) y el DT (Mario Grana). Si bien tenía una oferta de un equipo del
Nacional “B”, me llamaron tanto que terminaron convenciéndome. Además, me
sedujo muchísimo el entusiasmo del club y el proyecto que tiene la institución.
Por otro lado, en esta temporada estamos para cumplir el primer
objetivo, que es salvarnos del descenso, porque el Gallo arranco muy mal con el
promedio, y luego, tenemos en mente pelear los primeros puestos, porque tenemos
con que. Así que esperemos lograr cosas importantes.
Independiente y la “B” Nacional
-¿Como
viste el descenso del Rojo a la “B” Nacional y como lo ves en ese torneo?
La verdad, el descenso de Independiente no me lo esperaba
para nada. Pero, después del descenso de River me di cuenta que cualquiera podría
irse a la “B”, pero también pensé “¿justo el Rojo descendió? Fue un balde de
agua fría, hasta el día de hoy no lo puedo creer. Me dolió muchísimo verlo
descender.
Por otro lado, en ese torneo, veo que todos los equipos se
juegan la vida contra Independiente, porque es lógico que se incentiven los
jugadores contra este grande. Por otra parte, al equipo de Omar de Felippe, le está
costando acostumbrarse a jugar en esa categoría, pero no tengo ni un poquito de
dudas de que va a subir y va a salir campeón. Esperemos que este paso por la
“B” Nacional le sirva de experiencia y empiece a hacer las cosas bien, para
tener un futuro mucho mejor, porque Independiente es de Primera y es el
orgulloso nacional.
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