Lo afirma el ex Divisiones Inferiores de Olimpo de Bahía Blanca, Nicolás Abot, hoy jugando en Jurmala de Letonia. Además, nos cuenta de sus inicios en La Colina, como llego al Aurinegro y sus pasos por Sportivo Italiano y Sporting Punta Alta, entre otros temas.
-¿Donde y cuando empezaste a jugar al fútbol?
Comencé a jugar desde muy chico, a los siete años, en un pueblo llamado La Colina, donde mi padre tenía una cancha de fútbol de siete. Luego, cuando nos mudamos a General Lamadrid, seguí jugando en Racing de esa localidad.
-¿Siempre jugaste de delantero?
Sí, siempre fui delantero, tanto de punta como centroatacante. Salvo en sola una ocasión, cuando jugando en Séptima División, en una definición por penales, el DT que tenia por ese entonces, Abelardo Carabelli, me mando al arco (se ríe). Más tarde, ataje dos penales, y el que era nuestro arquero, gracias a su gol, salimos campeones. Es medio loco y poco creíble, pero por suerte hay vídeos de ese pleito (sonríe). Histórico…
-¿A qué futbolista admirabas de chico?
Toda mi vida fue y sigue siendo mi ídolo el Diego (por Diego Maradona), del cual tenía empapelada mi habitación como más de doscientas fotos, para tapar la humedad (se ríe). Por otro lado, al ser hincha del Rojo, también admiro mucho al Kun Agüero. También, en mis comienzos, miraba mucho a (Hernán) Crespo, por su manera sutil de definir. Un grande…
-¿Como llegaste a Olimpo de Bahía Blanca?
Un día, mi papa llamo a Mario Fernández, un ex jugador de Olimpo, que vive en un pueblo cerca del mío, y le pregunto cuando había pruebas ahí. Después de que averiguara, agarre la mochila y me fui solo en tren al club de Bahía Blanca. Posteriormente de tres pruebas, me dieron el ok para que me quede.
-¿Cuando debutaste en Primera y de la mano de quien?
No debute en Primera en Argentina, solamente estuve en el plantel profesional de Olimpo un año y medio, primero, tendiendo como entrenador a Omar Laburna, y luego a Leonardo Madelón. La verdad que en esos tiempos nos daban muy poca bola a los pibes del club, y más yo, que no tenía representante.
-¿Cómo surgió ir a jugar a Sportivo Italiano?
Mi llegada a Italiano fue un poco loca, como casi toda mi carrera. Había llegado a Deportivo Azogues, un equipo que en ese momento jugaba en la Primera División del futbol ecuatoriano, donde estuve dos meses. Porque, como en varias veces me paso, por la gente tránsfuga del fútbol y malos manejos, me tuve que volver. Posteriormente, sin que nadie que me maneje ni muchos contactos, llame a varios clubes, en algunos me hacía pasar por mi representante (sonríe).
Hasta que el Chavo Pintos, un ex compañero mío en Olimpo, junto con Mariano Martínez, me consiguieron el numero de Cachin Blanco, Después, lo llame, le comente mi situación, el me pidió que le envié los videos. Posteriormente, luego de verlos, el Director Técnico me dijo que los dirigentes me iban llamar, pero no lo hicieron.
Por eso, otra vez, agarre mi bolso, y me fui a Buenos Aires. Nuevamente me comunique con Cachin, le dije que estaba en dicha provincia, si podía ir a entrenar en su equipo, bien de cara dura, y me dijo que sí. Fui un miércoles, hicimos fútbol y por suerte metí dos goles. Luego, el jueves me ficharon y el sábado ya fui al banco. Redonda me salió; una linda experiencia.
-¿Que destacas de tu paso por Sporting Punta Alta y Zamora FC de Venezuela?
Soporting de Punta Alta es un lindo club, en el cual tuvimos varios inconvenientes, pero me sirvió para agarrar continuidad, confianza, y armar un buen vídeo, que fue el que me llevo a jugar en Zamora. Pase de jugar del Argentino “B” a estar en el banco por la Copa Sudamericana.
Por otra parte, Zamora fue un paso importante en mi carrera, aunque como casi siempre tuve varios problema, destaco haber cumplido un sueño, el de jugar una copa internacional. También, remarco haberle ganado, por primera vez en la historia del club. Aunque me quede con la espina de tener continuidad, y demostrar mi juego.
–Jugaste un tiempo en el Ascenso, ¿recordas alguna anécdota que hayas vivido en estos últimos años?
Anécdotas tengo miles, no sabría exactamente cual contar. Lo que puedo decir es que en el Ascenso se hace todo a pulmón, porque hay poco dinero, ya que había, y hay, muchos viajes en colectivos, comiendo arriba unos sandwich y bajar a jugar, tener pocas pelotas para entrenar , no tenes lugar para entrenar, tener que vender rifas y mil cosas más que hacen a ese fútbol más apasionante, y ves realmente quien ama a este hermoso deporte.
-¿Cómo se concreto tu llegada a Jurmala de Letonia?
Mi llegada a Jurmala se concreto a través de Pablo Benza, un amigo que conocí en Italia hace dos años, que hoy que en día es el coordinador del equipo, y que comenzó a trabajar como representante.
-¿Seguís al fútbol argentino? Y ¿Te gustaría volver a jugar en tu país?
Si, lo sigo mucho. Como dije antes, soy hincha de Independiente, pese a que me mata el cambio de horario; estos días pongo el despertador 2 y 20 de la mañana para ver al Rojo por internet. Además, leo mucho el Ole y miro otros partidos también.
Por otro lado, volver a jugar en mi país es mi deuda pendiente, mi gran sueño. Pero, lamentablemente es muy difícil volver al fútbol de Argentina por cosas extra futbolísticas, pero tengo fe que algún día volveré. Porque los sueños son lo último que se pierden, y el que abandona no tiene premio
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Grosooo!! El fútbol Argentino necesita una persona como vos.
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